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La Casa del Futuro: Diseño y Versatilidad en 58 Metros Cuadrados

Descubre cómo el Estudio de Interiorismo OTO, liderado por Juan Manuel Fernández Mora, ha revolucionado el concepto de vivienda del siglo XXI en un proyecto destacado en la revista Elle Decor. Este espacio diáfano de solo 58 metros cuadrados, presentado en Casa Decor Madrid, muestra cómo la innovación y el buen gusto pueden coexistir en una vivienda compacta y funcional. Con un diseño que maximiza el uso de cada metro cuadrado, el equipo de OTO ha creado un hogar que no sacrifica ninguna comodidad. Utilizando materiales innovadores y tecnologías avanzadas, han integrado paneles móviles y puertas correderas para adaptar los ambientes según las necesidades. La cocina y el salón comedor están separados por un panel de Privalite que puede cambiar de opaco a translúcido, mientras que el dormitorio y el vestidor están conectados por elegantes puertas de wengué. Este proyecto no solo destaca por su eficiencia espacial, sino también por su armoniosa decoración. Combinando arte de vanguardia, mobiliario de diseño, y piezas exóticas, el Estudio OTO ha creado un ambiente que refleja las tendencias más modernas en interiorismo. Cada detalle, desde el mobiliario pistacho de la cocina hasta las obras de arte de Bernardo Doral y David Puente, contribuye a un espacio cálido y sofisticado. Este innovador proyecto de OTO demuestra que es posible vivir con estilo y comodidad en espacios más reducidos, anticipando las necesidades y tendencias de las viviendas del futuro.

ESPACIO VERSÁTIL

Como un experimento de lo que será la vivienda del siglo XXI, este piso diáfano ofrece todas las comodidades en pocos metros y sin renunciar al buen gusto, gracias a inteligentes ideas arquitectónicas y nuevos materiales.

Un espacio de sólo 58 metros cuadrados, lleno de soluciones para aprovechar los metros útiles y decorado con exquisito gusto, se convirtió en uno de los ambientes estrella de la última edición de Casa Decor en Madrid. Y no era para menos: representaba una vivienda completa, equipada con tecnología avanzada, que recogía las últimas tendencias en decoración.

Juan Manuel Fernandez Mora y el Estudio de interiorismo OTO, demostraron que un espacio pequeño puede planificarse y diseñarse con el fin de no tener que renunciar a ninguna comodidad e incluso parecer mayor.

Lo concibieron pensando en las casas del siglo XXI, que tienden a ser más reducidas pero a la vez ofrecen mayor bienestar, calidad de vida y una decoración armónica y sofisticada, Además, lo realizaron combinando materiales innovadores, arte de vanguardia, mobiliario de diseño, tejidos y maderas cálidas y tradicionales, antigüedades y piezas exóticas.

Se trata de un solo espacio diáfano, en el que sus distintos ambientes pueden integrarse o aislarse, según se quiera, gracias a un hábil juego con paneles móviles y puertas correderas. La cocina está aislada del salón comedor por un panel de Privalite, un cristal de última generación, diseñado para pasar de opaco a translúcido, según las necesidades: el dormitorio está separado del vestidor, y éste, a su vez, del cuarto de baño, por puertas de wengué. También se ha recurrido al pladur ocmo recurso arquitectónico, por ejemplo, en la estantería del dormitorio y en la pared de una zona de paso, donde una serie de placas de este material superpuestas, otorgan volumen y actualidad. Junto a ellas , una viga d ehierro envejecido aporta un guiño con aire industrial.

DETALLE DE LA COCINA El mobiliario de color spistacho, de Gunni, y la encimera de cristal de Imalpro. Parte de la mesa del comedor pasa a la cocina.

ZONA DE PASO. Un muro dentado con paneles superpuesto de pladur. En cada segmento se ha coglado una foto de Bernardo Doral. La pintura de las paredes es de Valentine.

DORMITORIO la estera de fibra Woodnotes, en Francisco Cumella, da calidez al suelo de piedra de GUNNI. Una librería de pladur saca partida a la pared frente a la cama. Engranajes rojos, de David Puente, se convierten en objetos decorativos, y contrastan con las piezas de anticuario, como la silla estilo consulado francés del siglo XIX y las miniescaleras del teatro Kabuki, de Lorenzo del Castillo.

ZONA DE LAVABO. Se instaló en el vestidor, separada de la ducha por una puerta de wengué de Gunni. De Gunni también es el lavabo de acero que se colocó sobre un mueble forrado con piel oscura de LOEWE.

DUCHA. En este espacio la pared del fondo y el escalón se revistió en con teselas de Bisazza. La grifería de GUNNI. Junto a la mampara, escultura de Cristóbal Benítez.

DORMITORIO. Puertas de lamas de wengué de GUNNI, separan la zona de descanso del vestidor y una de sus hojas se aprovechó para colgar un cuadro del pintor ruso Polokoff. A modo de mesilla, se colocó una mesa china, de Antik & Feak. Sobre ella un reloj francés del siglo XVIII, de Lorenzo del Castillo. La colcha es una tela de Gastón y Daniela. En el vestidor se exhiben ropa y complementos de Loewe.