El proyecto del Estudio OTO, liderado por los interioristas Ana López de Lentona y Juan Manuel Fernández Mora, junto con la Fundación ONCE, IMSERSO y Predif, repiensa la accesibilidad desde la normalidad, rediseñando ayudas técnicas con estética y funcionalidad para más de cuatro millones de personas con discapacidad. Este apartamento ecléctico y sensual presenta espacios amplios, abiertos, con puertas correderas y alfombras de pelo de jabalí empotradas en el suelo, facilitando el paso de sillas de ruedas. Cambios de textura en paredes, muebles y suelos, con contrastes marcados, ayudan a delimitar estancias para personas con visión reducida. Los tabiques translúcidos, que se vuelven opacos con un botón, permiten a las personas con discapacidad auditiva controlar el espacio visualmente.

En el baño, la accesibilidad se extiende con duchas a ras de suelo, grifería de acero destacada en un fondo marrón y lavamanos blanco en encimera de wengué con grifería fotoeléctrica. El dormitorio ofrece calidez con colores neutros y accesos sin barreras, mientras que el vestidor está diseñado para que los objetos más utilizados queden al alcance. La cocina, integrada en el comedor y diseñada por Gunni, elimina los armarios altos, presenta muebles extraíbles de madera oscura, encimeras de cristal y cajones texturizados. El fregadero y la vitrocerámica están colocados más bajos para facilitar el acceso. La espina dorsal del apartamento es un tabique envolvente que crea un recorrido suave, iluminado sutilmente, con una librería que conecta el dormitorio y la ducha del baño, realizada en placas de cartón yeso pintadas por el artista brasileño Junior Guides.

Este artículo de El País destaca cómo este diseño innovador fomenta un hogar inclusivo y accesible para todos, combinando funcionalidad y estética